5º Encuentro de Pastoral Afroamericana - Memoria y Conclusiones
 

DOCUMENTO DE TRABAJO

 

 V 

EDUCACION POPULAR, CULTURA Y LIBERACION

 

Demostradas las deficiencias de los sistemas educativos formales, del Estado o de las diferentes instituciones eclesiásticas, los movimientos pastorales afroamericanos y el movimiento popular continental, han venido avanzando en hallazgos teórico-prácticos acerca de alternativas que posibiliten una verdadera educación para el pueblo latinoamericano en general y para el afroamericano en particular. Una educación que ha sido caracterizada como popular, en razón de sus sujetos (el pueblo) y que apunta a una liberación integral del hombre, para que rompa sus dependencias y entre a protagonizar su propia historia.

1.Del Esquema Vertical al Diálogo de Saberes.
La Educación Popular, hoy por hoy, es un concepto y una praxis amplia, que en su base tiene al pueblo como sujeto de todo el proceso, pues se liga íntimamente a sus particularidades económicas y sociales, políticas e ideológico-culturales, partiendo del carácter étnico de cada pueblo.

De esta manera se ha roto el esquema del modelo oficial de educación laica o religiosa, caracterizado por relaciones de enseñanza-aprendizaje, donde el «educador» es el poseedor del conocimiento y lo deposita en quien no lo tiene, o sea el »educando”; caracterizado además por que se considera universal, aplicable en todos los lugares y culturas y, desde esta condición de universalidad, excluye lo que sea diferente y prepara sujetos que se acomoden al modelo de sociedad prevaleciente, por fuera de la cual no hay otras posibilidades segun la lógica de este sistema educativo.

En la concepción popular de la educación, todos los momentos y fases del proceso educativo son coprotagonizados por el pueblo y sus acompañantes. Estos últimos han pasado, de ser los depositarios exclusivos del conocimiento, a convertirse en agentes de diálogo, que ponen su saber académico, homologado o técnico en diálogo con el rico y variado saber popular. Así se engendra un saber popular de liberación el cual no está ligado sólo al ámbito abstracto de un aprendizaje más, sino que toca todos los aspectos de la vida cotidiana, teniendo como meta última la organización del pueblo -en nuestro caso el pueblo afroamericano - para ganar su autonomía, lograr su reconocimiento étnico-cultural, afirmar la propiedad de sus territorios y el derecho a su autodeterminación, en igualdad de condiciones con los demás miembros de las llamadas sociedades nacionales.

2. Lo Etnico Cultural, Punto del Partida.
Este proceso educativo popular ha encontrado en la cultura la fuente primera de su desarrollo. Partiendo de los procesos organizativos, las instituciones y la cosmovisión del hombre afroamericano (en el caso que nos ocupa), la educación popular lleva a la ganancia de un pensamiento crítico y de una conciencia política en la cual subyace la afirmación de la identidad étnica y cultural.

No sólo se logran las metas técnicas, tales como aprender a leer ya escribir por ejemplo, sino que se llega también a conformar organizaciones de base, de las cuales participan de los procesos organizativos nacionales. Dicha participación se da desde la especificidad étnica y cultural en un procesos de intercambio y enriquecimiento mutuo: lo popular, como proyecto global latinoamericano, atraviesa lo estrictamente étnico-cultural; y, a la vez, se deja alimentar por las particularidades de las etnias y culturas colocadas en posición de subalternas.

3. Proyectos Integrales Hacia un Nuevo Orden Social.
De esta manera se logra evitar los proyectos extremos (cuya funcionalidad está en entredicho por la experiencia vivida) donde sólo el factor político cuenta, sin dar espacio a las culturas y a las etnias. Igualmente, se sobrepasan los proyectos meramente culturalistas, los cuales se piensan como ganancia de identidad en abstracto, sin repercusiones en la calidad de vida y de participación social de los pueblos afroamericanos.

La Educación Popular entiende que «la lucha contra la discriminación es esencialmente una lucha por el desarrollo de una identidad cultural, que conlleve a una cultura auténticamente nacional» (12), la cual no se da por la uniformidad, sino que se establece desde lo multiétnico y lo pluricultural. Tal búsqueda y afirmación de la identidad se da en el plano cultural; sin embargo, para que se refleje en la cotidianidad y en la estructura social, debe estar enmarcada en un proyecto global de cambio, esto es un orden social más justo. Dicho orden social debe considerar la transformación hacia relaciones económicas igualitarias, donde lo comunitario prime sobre la acumulación individual, borrando el abismo entre los pocos que todo lo tienen y las grandes masas desposeídas, de las cuales forman parte los afroamericanos. Igualmente, el cambio debe copar el espacio de las relaciones políticas, en términos de participación y apertura democrática. Y, finalmente, se debe superar el etnocentrismo y construir la unidad nacional a partir de la diversidad de etnias y culturas. A un proyecto global de estas dimensiones debe adherirse el proceso educativo en cuanto búsqueda de la afirmación y la identidad étnico-cultural.

4. Buscar Alternativas Concretas.
Ciertamente es complejo el proceso de cambio que acabamos de describir. Pero es ahí donde, objetivamente, se sitúa hoy el asunto educativo. Ya no cabe pensar en la simple ilustración del hombre afroamericano, para hacer de él un erudito reconocido por el sistema dominante, pues está expuesto al blanqueamiento como condición indispensable para tal logro.
Tampoco cabe pensar en reducir el problema a un problema de identidad en abstracto, pues no ganaríamos nada con un afroamericano que domina a fondo la historia de Africa y teoriza sobre los valores de su propia cultura, por ejemplo; pero que sigue sobreviviendo en medio de la marginalidad y el empobrecimiento, y está ausente de las decisiones que lo afectan a nivel estructural.

Por lo mismo, se impone ampliar la mira del trabajo educativo, relacionando estrechamente el proceso educativo en sí con la búsqueda de la afirmación étnica y cultural, en proyección hacia el cambio social. Para ello hay que revestir el proceso de los necesarios contenidos políticos-organizativos que lleven al pueblo afroamericano a ser partícipe igualitario y total del proyecto alternativo de liberación del pueblo latinoamericano en su conjunto, en oposición al proyecto dominante de sociedad neocolonialista, etnocentrista y dependiente de los imperios económicos internacionales.

5. Afroamérica y Latinoamérica Evitar el Etnocidio.
Sea mediante procesos escolarizados formales, o mediante procesos escolarizados, no formales, más flexibles y abiertos (ambos frentes son importantes, pero no uno sobre otro), el proyecto alternativo de educación afroamericana debe contener el carácter popular explicitado anteriormente.

Es indispensable, por necesidad histórica objetiva, que el pueblo afroamericano ponga a dialogar su propio proyecto con el proyecto global latinoamericano de liberación; pues el proyecto dominante avanza hasta tal punto que hoy ya no es posible pensar en que la presencia de capitales e ideología del sector dominante no llega a la periferia afroamericana. Cada vez lo hace con mayor énfasis y la sentencia condenatoria sobre estos pueblos en nombre del desarrollo, es el etnocidio, o sea la muerte de sus culturas por dispersión y por la asimilación forzada y definitiva al modelo capitalista de cultura de masas, basado en el consumo de mercancías y estereotipos.

Así que las propuestas que desde el 5º EPA hagamos deben reconocer esta realidad y actuar en consecuencia con ella, si queremos llegar a una verdadera liberación integral de nuestros pueblos a través de la educación.

 

VI. INCULTURACION E INSERCION:
DOS CLAVES DE ACCION PARA UN PROYECTO EDUCATIVO

 

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