Encuentros de
Pastoral
Afroamericana

 

INDICE


VII ENCUENTRO DE PASTORAL AFROAMERICANA

Jesús , Luz y Liberador del
Pueblo Afroamericano
 

Trujillo - Honduras, del 7 al 12 de Abril de 1997

 


DOCUMENTO FINAL DEL VII ENCUENTRO DE PASTORAL AFROAMERICANA

Este documento es fruto y memoria del trabajo realizado y de los compromisos que como agentes de pastoral asumimos en el VII Encuentro de Pastoral Afroamericana (EPA), realidad del 7 al 12 de Abril 1997 en Trujillo, Colón, Honduras. Es una ayuda para que todos los agentes de pastoral que trabajamos con poblaciones negras, lo tengamos en cuenta en el proceso de evangelización de las comunidades, y poder caminar más seguros por la senda de la inculturación de la persona de Cristo y su mensaje, como luz y liberador del pueblo afro.

Nos unimos a la alegría y al gozo que embarga a nuestros hermanos garífunas de Honduras y de Centro América, al conmemorar los doscientos años de presencia en estas tierras hondureñas. Ellos al igual que todos los pueblos negros en América, han tenido que pasar por varios problemas y dificultades para llegar a este momento importante de su historia. Sin embargo, la ilusión y la esperanza se mantienen firmes.

Los garífunas han sido un pueblo de luchadores que, desde su permanencia en San Vicente, Antillas Menores, han combatido indomablemente por la libertad y la autonomía. Hoy aún continúan luchando por la vida, por la obtención y respeto de sus derechos, y por conquistar mayores cuotas de vida y libertad.

A través de la metodología del Ver, Juzgar y Actuar fuimos profundizando en nuestra situación como negros, dejándonos ayudar por algunas preguntas suscitados.

Iniciamos el Encuentro viendo la realidad de nuestros pueblos afros, constatando que todos los grupos negros en América, incluidos los garífunas, tenemos problemas similares entre los cuales se destacaron: problemas de identidad, de tierra, educación, salud, comunicación, espiritualidad, familia, vocaciones y migración.

Seguidamente, como hombres y mujeres de fe, iluminamos esta realidad a la luz de la teología y de la vida y práctica de Jesús presente en nuestro pueblo.

Constatamos también que no estamos solos, ni vencidos... sentimos que Jesucristo, el Señor de la vida, ha ido haciendo camino con nosotros. El nos acompaña en este proceso largo, lento pero seguro en favor de la libertad y construcción de su reino. El nos manifiesta su cercanía a través de la solidaridad de los hermanos y de la fuerza que nos da para seguir luchando en procura de superar los problemas que nos impiden que haya vida "y vida abundante".

Jesús se nos ha hecho negro como nosotros, él está presente en medio de nuestros valores y costumbres culturales. Jesús se identifica con nosotros asumiendo nuestra idiosincrasia y solidarizándose con nuestros sufrimientos. Jesús, Luz y Liberador del Pueblo Afroamericano, es nuestra fuerza en el camino de liberación. Jesucristo resucitado y vencedor de la muerte, nos sustenta en la marcha de nuestra liberación.

LA REALIDAD DE HOY

  1. - La tierra.

    La mayor parte de las tierras, donde están establecidos los grupos afroamericanos se encuentran acaparadas por terratenientes y el Estado, este último las mantiene bajo reservas para luego cederlas a concesionarios de grupos económicos extranjeros y nacionales para su explotación (turismo eco lógico, minería, biogenética, etc.)
    Los grupos afroamericanos en nuestros países, acosados por la situación de marginación y el desconocimiento de las leyes, caen en la desesperanza, que los lleva a vender la tierra la cual es un legado cultural histórico del pueblo afroamericano, ante las presiones psicológicas y de hecho de ser expulsados sin ninguna garantía de orden reivindicativa.

    Lo anteriormente expuesto lleva a que en nuestras regiones donde está establecido el afroamericano se vea limitado en el uso e explotación de la tierra.
     
  2. - Lo social

    En el orden social el afroamericano se ve afectado por los bajos índices en los sectores de salud, educación, servicios públicos, vivienda y empleo, lo que influye en la calidad de vida.

    1. - Salud. Las enfermedades endémicas que encontramos en las comunidades afroamericanas son el paludismo, el dengue, SIDA, tuberculosis, polio, alta y baja presión, la drogadicción y el alcoholismo hacia las cuales no hay una política de salud programada ni eficaz por parte de los gobiernos de nuestros países.

      Esto trae como consecuencia un alarmante índice de mortalidad, especialmente entre nuestros niños y jóvenes que son la esperanza de nuestros pueblos.
       
    2. - Educación. Existe un alto índice de analfabetismo en nuestras regiones afroamericanas, debido a la deficiente infraestructura educativa; a éste se suma la carencia o casi ausencia de programas dirigidos a una etnoeducación que tome en cuenta los valores culturales, religiosos e históricos que constituyen la identidad del pueblo afroamericano.
       
    3. - Servicios públicos. Constatamos que hay una deficiencia en brindar los servicios públicos básicos en la vida de las poblaciones negras tales como el agua potable, energía, alcantarillado, vías de comunicación, sin los cuales el progreso y desarrollo de nuestras comunidades no es posible.
       
    4. - Vivienda. La situación habitacional en nuestras comunidades afroamericanas, aún continúan siendo deficiente, especialmente en las zonas rurales, las cuales en su conjunto adolecen de un espacio habitacional adecuado para resolver los problemas de hacinamiento y de promiscuidad.

      La carencia de una política habitacional orientada a ofrecer viviendas de interés social, acorde con las posibilidades económicas de las comunidades afroamericanas hace lenta la solución del problema de vivienda.
       
    5. - Calidad de vida - migración. Los factores sociales antes anotados, se han convertido en aliciente y estímulo para grandes sectores de la comunidad afroamericana, elevándolos a dejar sus tierras y todo lo que ella encierra, en busca de mejores horizontes con la esperanza de labrarse un futuro mejor, a nivel individual y familiar. Estas corrientes migratorias se están orientando a países como: Estados Unidos, Italia, Japón, Francia, Tailandia entre otros.

     
  3. - Lo Político

    Se observa una debilidad en los procesos organizativos de nuestras comunidades afro. Los factores determinantes de esta situación los encontramos en la influencia de las estructuras gubernamentales que lentamente han ido estrangulando las formas organizativas tradiciona.;. les, que aunado a una dirigencia débil, no permite que se alcance unificar la lucha frente a la problemática que nos afecta.

    Los criterios para la escogencia de nuestra clase dirigente está determinada por factores coyunturales como son: intereses personales y procesos electorales, en detrimento de una visión de lo que queremos y debemos alcanzar como grupo y como pueblo afroamericano.
     
  4. - Lo económico: Medios de subsistencia - créditos.

    A través de los tiempos la economía de los pueblos afroamericanos ha estado cimentada en cuatro elementos básicos: agricultura, minería, pesca y corte de madera. Estos recursos le han permitido alcanzar solo una economía de subsistencia, por no Contar con el apoyo decidido gubernamental y no tener acceso? las instituciones privadas de crédito, debido a que exigen tasas de interés alto y avales personales hipotecarios que no pueden respaldar al no Contar con los títulos de propiedad de las tierras que trabajan.
     
  5. - Lo religioso: Iglesia católica - Ecumenismo

    Se percibe la ausencia de un diálogo centrado en los valores cristianos entre las Iglesias, lo cual nos llevá a no descubrir una misma luz en el horizonte de nuestros pueblos afroamericanos. También se presenta una creciente disminución en las vocaciones sacerdotales y religiosas, a lo interior de la Iglesia católica, etc. Pudiéramos decir que es también producto de una poca asimilación de los compromisos religiosos de las familias católicas, en la formación espiritual. Nosotros asumimos a Jesús sufriente u no a Jesús Liberador.

ILUMINACIÓN TEOLÓGICA: JESÚS LUZ Y LIBERACIÓN DEL PUEBLO AFRO

Jesús es el liberador que viene a damos la esperanza de una vida nueva. Su encarnación renueva el mundo entero y llena al pueblo de esperanza y alegría. Cuando nuestros padres padecían esclavitud y el sufrimiento encontraron en la fe cristiana consuelo y esperanza. Jesús ahora nos da la posibilidad de superar nuestra condición y llegar a ser un pueblo nuevo, unido y reconciliado.

Cristo murió para salvarnos cumpliendo así su misión redentora. Ese sufrimiento lo relacionamos con nuestro sufrimiento: el sufrimiento de Dios es el mío. La esclavitud, la pobreza, la enfermedad son la misma pasión de Jesús, nos sentimos cerca de El cuando es humillado y asesinado. Pero su resurrección todavía no nos alcanza y por eso no celebramos la pascua con la misma fe que cuando recordamos su muerte.

Los afroamericanos sentimos a Jesús profundamente identificado con los pobres y marginados. El se ha mostrado solidario con los pobres cuando ha escogido esta condición social. Nacido en el pesebre, nos atrae con su amor sencillo y humilde. De esta manera se identifica con nosotros cuando vi vimos sin casa y cuando somos rechazados.

Nuestro salvador es un CRISTO NEGRO, porque se identifica con todos nosotros. Es un Cristo Negro como yo, como mi padre, como mi abuelo, como mi vecino. Es un Cristo campesino, minero y pescador como mi abuela y mi madre. Es un Cristo trabajador y alegre, deseoso de luchar por cambiar nuestra situación. Los distintos nombres que tiene sirven para damos a entender que está vivo en todas partes. El ha renacido en nuestros pueblos para reemplazar las imágenes muertas que vinieron en tiempos de la esclavitud.

Jesús está presente en la vida y las luchas de nuestro pueblo. Así como El se comprometió con el pueblo de Israel que padecía la opresión, El se compromete con nuestras comunidades, organizaciones y el movimiento negro en general. Jesús está presente cuando salen de casa a trabajar, trabajando como cocineras, maestras, lavanderas, concheras, trabajando la tierra, vendiendo en la calle. El está presente cuando nos organizamos y salimos a la calle a protestar contra el racismo, la violencia y la discriminación.

Antes de escuchar el anuncio de los misioneros, las comunidades negras esclavizadas ya tenían la experiencia de Cristo, al vivir oprimidas, masacradas, violentadas, exiliadas, convertidas en mercancía de compra­venta, reducidas al trabajo servil en las minas y las haciendas. Es la misma presencia de Cristo ultrajado y maltratado, reconocido en la Sagrada Escritura como SIERVO SUFRIENTE. Con esta presencia del Dios torturado es que se identifica el pueblo. Un símbolo de esta espiritualidad es seguir a Jesucristo como luz en la noche de la esclavitud.

Otro elemento importante de la espiritualidad negra es la eliminación del rencor de los opresores. La luz de Cristo es la que hace posible perdonar tanto sufrimiento, como única manera de romper la cadena de violencia en el mundo. Al mismo tiempo el pueblo afroamericano tiene la sintonía con la lucha de los otros pueblos oprimidos. Esto nace de una espiri­tualidad comunitaria, que tiene presente la memoria de los antepasados, las tradiciones y la gran familia de parientes y relacionados.

La espiritualidad negra venera a María como la mujer fuerte que nos entrega a Jesucristo liberador. La sociedad machista de los hebreos se identifica con la sociedad esclavista, en donde la mujer no era respetada.

Ella con la fortaleza que muestra en el canto del MAGNIFICAT, es modelo de la mujer fuerte que sostiene la familia, transmite la cultura, fortalece la comunidad, mantiene la identidad.

El espíritu de Jesús de Nazaret con su libertad, nos llama a la unidad, haciendo de los hombres y mujeres negras traídos de diferentes naciones africanas, con diferentes lenguas, culturas e identidades, un sólo pueblo. Reunidos en el mismo territorio, forman los palenques y guardan las diversas culturas y tradiciones de la patria madre. Africa o negro no indican una sola identidad o una sola cultura, pero Jesús nos congrega como un solo pueblo.

 

DESAFIOS Y COMPROMISOS DE ACCION PASTORAL.

DESAFIOS.

  1. Como pueblo negro, luchar por un cambio profundo con justicia y hermandad. Esperamos fortalecer nuestra unidad y organizamos cada día más para superar los problemas económicos, políticos, sociales, culturales, religiosos y otros.
     
  2. Mayor seguridad en el futuro, basado en la valentía de los antepasados, las luchas y conquistas de nuestros pueblos por una vida más justa, digna y solidaria, con igualdad de oportunidades.
     
  3. Reafirmar nuestra fe en el Señor para vencer nuestras limitaciones.
     
  4. Aceptar y proclamar nuestras costumbres e identidad por medio de una independencia económica y política.
     
  5. Defender la espiritualidad negra del Dios de la vida tal como la siente y vive el pueblo negro en búsqueda permanente de su liberación.
     
  6. Profundizar en el estudio de la Biblia para conocer un Jesús histórico y liberador, y dejar atrás al Jesús mágico
     
  7. Vivir el Evangelio fortalecidos en el Espíritu para anunciar y proclamar la buena nueva en las comunidades afroamericanas
     
  8. Que cada día nos solidaricemos, nos amemos y nos unamos más bajo la iluminación de la palabra de Cristo y celebrar así permanentemente el encuentro eucarístico.
     
  9. Tener esperanza viviendo en comunidad y en solidaridad para defender nuestros derechos.
     
  10. Ser luz de nuestros hermanos empezando por valoramos y aceptarnos como negros sin importar el lugar donde vamos siempre reafirmando nuestra identidad y manteniendo nuestras costumbres.
     
  11. Unimos como pueblo negro con otras culturas, siendo solidarios con ellos, formando alianza para resolver problemas comunes.
     
  12. Tomar conciencia antropológica e histórica de lo que tenemos y de lo que somos para acelerar el proceso de liberación y autodeterminación por medio de un avance espiritual.
     
  13. Ser personas responsables y de trabajo reconocidos como líderes por el testimonio que damos en nuestras comunidades, y ser así mensajeros del reino.
     
  14. Ser personas orantes y que esta oración a Dios nos fortalezca para vivir como verdaderos afroamericanos.
     
  15. Avanzar en la concienciación y en la formación para vencer los prejuicios y así aumentar nuestra autoestima.
     
  16. Vivir los valores del reino que Dios colocó en nuestra cultura, como son: la fraternidad, solidaridad, alegría, justicia y otros.

COMPROMISOS:

Estos compromisos son de orden general y su aplicación compete a las Conferencias Episcopales en las Comisiones Nacionales de Pastoral Afro, otros compromisos que están relacionados con otros estamentos no propiamente pastorales deben ser encausados por dichas comisiones nacionales para su ejecución.

  1. Tierra

     1.1 Que los Equipos de Pastoral Afro, en los países que así lo requieran, integren un equipo de asesoría jurídica para tratar el problema de la titulación de la tierra, colectiva e individualmente, según la situación de cada país, e implementar procesos de toma de conciencia para que la gente no venda la tierra, más bien, que la cultive y saque provecho de ella.

     1.2 Promocionar especialmente entre los agricultores, proyectos de capacitación en los métodos de producción y el respeto por la tierra.

     1.3 Motivar la creación de un fondo de becas en el área de agronomía, agropecuaria y ciencias económicas para la formación de líderes que contribuyan al desarrollo comunitario.

     1.4 Concientizar y organizar a las comunidades (que vivan esta realidad) para defender la tierra. Esta organización no debe tener intereses políticos, ni económicos.....

     1.5 Organizar las propias comunidades a través de charlas, seminarios y talleres para conocer las leyes que les favorecen, para explotar la tierra en proyectos agrícolas comunitarios.

     1.6 Luchar comunitariamente para que el gobierno de un título colectivo de la tierra y en algunos países este sea individual.

     1.7 Solicitar a las diócesis en cada país, se señale en su calendario religioso un día para orar o protestar contra la venta, expropiación y maltrato de la tierra al hombre negro campesino.

     

  2. Identidad

     2.1 Continuar con la enseñanza en las escuelas y colegios sobre la cultura y el valor de ser negros.

     2.2 Elaborar un listado de nuestros líderes negros del mundo para publicar su biografía y su historia, y utilizado como manual de celebraciones en nuestros pueblos.

     2.3 Lograr espacios en los medios de comunicación para educar a las familias en la cultura afro.

     

  3. Educación

     3.1 Buscar unidad de criterios con la comunidad para exigir al gobierno el nombramiento de profesores en las plazas que se encuentren vacantes.

     3.2 Promover proyectos de alfabetización, capacitación y experiencias de etnoeducación, fortaleciendo las ya existentes y que permitan a su vez la formación de líderes en lo político, económico y social.

     3.3 Crear centros educativos técnicos en las comunidades que preparen mano de obra calificada a corto y mediano plazo.

     3.4 Impulsar la educación bilingüe en las áreas de población negra donde la necesidad lo requiera.

     

  4. Salud

     4.1 Crear la pastoral de la salud en las diócesis donde no exista, y fortaleciéndola donde ya existe.

     4.2 Fortalecer la creación de centros de salud de medicina natural, para recuperar la medicina alternativa especialmente en las comunidades rurales.

     4.3 Hacer seminarios de capacitación para concientizar al pueblo en el uso de la medicina natural.

     4.4 Crear comités de salud que velen por el funcionamiento de los centros de acuerdo a las necesidades propias: horarios establecidos, médicos y enfermeras permanentes y otros.

     

  5. Familia

     5.1 Construir albergues para niños y niñas afros abandonados, donde además de alimentación y hospedaje se le s ofrezca una educación afro integral.

     5.2 Crear centros de asesoramiento familiar y de encuentros conyugales.

     5.3 Fomentarr cursos de formación y capacitación laboral para las madres solteras.

     

  6. Vias de Comunicación

     6.1 Crear organizaciones que velen por la apertura y mantenimiento de caminos y carreteras para las comunidades afros.

     

  7. Vocación

     7.1 Promover una pastoral juvenil y vocacional que lleve a los jóvenes a optar por la vocación a la vida sacerdotal y religiosa, en las comunidades afros.

     

  8. Espiritualidad e Inculturación

     8.1 Inculturar la celebración de los sacramentos, especialmente la Eucaristía, integrando momentos históricos y culturales de la vida afro dentro de la plegaria eucarística.

     8.2 Recoger e intercambiar experiencias de celebraciones litúrgicas afros.

     8.3 Promover la lectura afroamericana de la Biblia.

     8.4 Incentivar en los círculos de reflexión familiar y comunitaria la espiritualidad del pueblo afroamericano.

     8.5 A ejemplo de la primera comunidad cristiana, mantener vivo el espíritu de conversión en nuestras comunidades afro, a fin de asemejamos a las mismas, cada vez más.

 

5. CONCLUSION: COMUNIDAD AFROAMERICANA
RUMBO AL OCTAVO E.P.A. Y AL NUEVO MILENIO

Vivimos intensamente los más profundos sentimientos de fraternidad durante los seis días que estuvimos reunidos en el VII EPA, bajo la protección de Jesucristo, Luz y Liberador del pueblo Afroamericano. En esta convivencia testimoniamos la presencia amorosa de Dios, el ánimo que viene del Espíritu, y el cariño materno de la Virgen María. Los hermanos de Trujillo nos recibieron como hermanos de origen y de fe. Compartimos con el pueblo Garífuna sus alegrías por los doscientos años de su llegada a estas tierras y sus aspiraciones. Las celebraciones en las comunidades al final de cada día fueron momentos muy particulares de comunión con el pueblo y motivo de fuerza para nuestro caminar. Nos quedamos muy felices con la participación de nuestros obispos, particularmente de Mons. Oscar A. Rodríguez, Arzobispo de Tegucigalpa y presidente del CELAM, Mons. Virgilio López , Obispo de Trujillo, Mons. Angel Garachana, Obispo de San Pedro Sula, Mons. Uriah Ashley Obispo de Penonomé, Panamáy Mons. Pablo Schmitz Obispo del Vicariato de Bluefield, Nicaragua. Lamentamos las muchas ausencias de tantos otros Obispos invitados, sobre todo de aquellos donde hay grandes poblaciones negras.

Vivir juntos el clima del VII EPA, fue motivo de gran alegría, pero fue también motivo de grandes preocupaciones. Preocupaciones en el ámbito de gobiernos en los diversos países de América Latina y el Caribe; preocupaciones con las relaciones de la Iglesia con las comunidades negras y de éstas entre sí. Nos quedo muy claro que después de más de quinientos años que la población negra se encuentra en el continente vive todavía una fuerte marginación económica, política y social, que le impide incluso en gran parte vivir una vida digna. El sistema general de opresión y marginación, a veces se reproduce también internamente en las comunidades negras, provocando pérdida de identidad y creando rivalidades y competiciones.

La opresión del pueblo negro sigue hoy día. En muchos de nuestros países latinoamericanos y caribeños siguen las estructuras de discriminación. Los problemas de la tierra, educación, salud son cuestiones muy reales para el pueblo negro. Aunque la Iglesia está haciendo un camino de solidaridad con el pueblo negro, es necesario abrir sus puertas y estar más presente para caminar con nosotros en este "valle de lágrimas", promoviendo incluso las vocaciones afroamericanas tanto femeninas como masculinas. Es necesario que donde hay alto porcentaje de población negra se nombre Obispos Afroamericanos para que el pueblo se sienta más representado. Esto nos ayudaría en nuestra identidad negra, católica, y aseguraría una inculturación sana de nuestros valores culturales en las prácticas eclesiales, sobre todo en la liturgia.

A pesar de todas las dificultades, percibimos que Dios acompaña el pueblo negro como siempre lo acompañó a lo largo de todos estos siglos de DIASPORA. La alianza se actualizó. Dios estuvo siempre presente con el pueblo negro, y este, por su parte se mantuvo fiel al Dios de la Historia. Por la fe que tenemos en Jesucristo estamos seguros de que Él nos pide continuar unidos en la lucha por nuestros derechos y por una América Latina y el Caribe llena de mas justicia, solidaridad y sin discriminación.

Somos conscientes de que el trabajo de nuestra liberación integral no depende solamente de las políticas gubernamentales y de las iniciativas de la Iglesia. Es importante que tomemos las riendas de nuestro futuro en nuestras manos, con la ayuda de Dios y la unidad del pueblo. Así podremos forjar el futuro, aportando al Reino de Dios las riquezas de nuestros valores culturales. En comunión con toda la Iglesia queremos vivir intensamente este fuerte momento de preparación rumbo nuevo milenio, creyendo firmemente que será el milenio marcado por la presencia del Espíritu Santo, que llevará a la humanidad entera a la superación de toda forma de opresión y discriminación.

Tenemos expectativas respecto al Sínodo de las Américas que se realizará al final del año en curso. Los afroamericanos del norte, del centro y el sur del continente tenemos en común no sólo nuestro origen africano, sino también siglos de esclavitud. Después del decreto de liberación continuamos sufriendo un largo proceso de marginación y discriminación.
Hoy queremos estar unidos en búsqueda de las soluciones de muchos problemas comunes.

La Evaluación sobre el VII EPA, nos mostró el camino que el pueblo afroamericano debe continuar. Queremos compartir estos sentimientos de esperanza con nuestras comunidades en todo el continente; teniendo adelante a Jesucristo LUZ Y LIBERADOR DEL PUEBLO AFROAMERICANO, ya ANTICIPAMOS EL GOZO CON LA CELEBRACIÓN DEL VII EPA.

Nos unimos al deseo de Mons. Virgilio López Irias, OFM, Obispo de la Diócesis de Trujillo, Honduras, en su Mensaje de la Eucaristía de Clausura del VII EPA: "Deseamos un buen viaje de regreso a todos los delegados asistentes a nuestro VII Encuentro de Pastoral Afroamericana, que ahora estamos clausurando en el nombre del Señor Jesús, que Él permita que nuevamente nos podamos encontrar en el VIII Encuentro a celebrarse en Salvador-Bahía, Brasil. Paz y bien".

 

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