HISTORIA DEL PUEBLO AFROCOLOMBIANO - PERSPECTIVA PASTORAL

CAPITULO 8


LA FAMILIA AFROCOLOMBIANA


 

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Familia afrocolombiana de Villarrica, Cauca

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Se es familia por compadrazgo, por medio del vínculo que se establece con las personas que apadrinan o amadrinan un hijo o hija, con quienes se es compadre y comadre ya sea por el bautismo de agua de socorro, de óleo u otros ritos.

Se puede ser familia por afinidad, por ejemplo cuando se forma una pareja conyugal y a su vez se van estableciendo relaciones con las cuñadas y cuñados, con la suegra y suegro; con los tíos y tías y así sucesivamente. En regiones, como en el Chocó y en el Valle del Cauca, en estos casos se habla de familia política.

Se puede ser familia por paisanaje, porque, cuando se es de un mismo río o de una misma región, se siente familia al encontrarse con estas personas en un sitio distinto de donde se es.

Se puede ser familia por lazos simbólicos, estos son aquellos lazos que se van creando dentro de la propia cultura y que tiene un gran significado para quienes pertenecen a dicha cultura. Por ejemplo los hermanos de leche o de padrinazgo, la mamá de leche, los hijos de crianza, el compadrazgo de oreja es decir quien le rompe las orejas a la niña, y en paga le debe dar un par de aretes, para que cuando sea grande no se le pierdan los que se ponga[45]. Muchos de estos parentescos simbólicos se van perdiendo pues ya los renacientes no saben que sentido tienen.
 

LA MUJER JEFE DE HOGAR

Como resultado directo del tipo de vida que los afrodescendientes llevaron después de la abolición de la esclavitud, se generó una sociedad muy flexible. No se lograba la plena aceptación de los terratenientes, el Estado y la sociedad en general. Nunca estaban seguros de que los iban a dejar en paz y tenían que mantenerse con mucha libertad de movimiento. No había lugar para ellos en la sociedad oficial y, en consecuencia, crearon un sistema muy práctico de relaciones, incluyendo las relaciones entre hombres, mujeres y la crianza de los niños.

Así entendemos el predominio de la familia extensa, con estilo matriarcal, con una mujer mayor como jefe, que controla el trabajo agrícola y toma toda la responsabilidad del bienestar de los niños y niñas. En este contexto las relaciones entre hombres y mujeres han sido muy flexibles[46]. Una mujer y un hombre pueden tener un hijo y no formar pareja permanente, y los niños quedar con cualquiera de los dos en su nueva pareja o con las abuelas. En los últimos tiempos, las fuerzas económicas específicas tienden a acentuar esta estructura familiar, separando a hombres y mujeres en el proceso de trabajo de libre competencia de tal manera que el hombre asalariado queda más separado aún del hogar compuesto por adultos mayores, mujeres y niños/as.
 

CASTIGO INFANTIL EN LA FAMILIA

A veces varias familias castigan a sus hijos con violencia física golpeándolos o usando el látigo. Tambien usan la violencia verbal usando palabras soeces.

Se ha llegado a creer que dar látigo es un mandato divino, una herencia divina, "así lo dejó Dios"; por eso los adultos se sienten obligados a usarlo como parte esencial de la buena crianza de los hijos. Hay gente que dice que al muchacho hay que darle látigo para que se ajuicie. Muchas veces los padres descarga en sus hijos o hijas la rabia que tienen con su pareja.

Hoy en día ya no se pega tanto, han aconsejado que eso no es bueno. El problema que se tiene ahora en la educación de los hijos y las hijas en algunas familias es que se pasaron al otro lado. Si antes se les pegaba con mucha violencia, ahora les dejan hacer lo que ellos quieran. Ya no se permite que ninguna persona mayor use con los muchachos o muchachas las prácticas tradicional del regaño, castigos y consejos. La mejor forma de atraer a los niños y jóvenes es saber dialogar con ellos, escucharlos, hablarles de las tradiciones propias, de los ejemplos de los antepasados, enseñarles los refranes, versos, cuentos que contienen enseñanzas prácticas para la vida. Cuando los adultos están acostumbrados a conversar con los menores, es fácil corregirlos sin necesidad de reproducir la violencia que nos ha quedado como secuela de la esclavitud.
 

Reflexionemos juntos/as.

  1. En tu comunidad ¿cuál es el concepto de familia que se tiene?
     
  2. ¿Cómo se establecen las relaciones de familia en su región?
     
  3. Dialoguemos sobre el trato que se da a los niños y niñas en nuestra comunidad y qué se puede hacer para romper el circulo vicioso de los castigos físicos.

 


[45] Cf. VICARIA DE PASTORAL - DIOCESIS DE TUMACO, La familia afronariñense, investigación comunitaria auspiciada por Manos Unidas, ed Impresos Caribe, Medellín, 2000.

[46] MINA, Mateo, Esclavitud y libertad en el valle del río Cauca, editorial Herrera Hnos., Bogotá, 1975, p.145.

 

9. PASTORAL AFROCOLOMBIANA

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