Reunión General Pastoral Afro Cali
Marzo 6 de 2004 - Curia Alterna

ASISTENCIA

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P. Lyimo: Gracias a todos por su presencia. Tenía la idea de tres representantes por parroquia. Yo soy el padre Lyimo Gervas. Mi nombre tiene historia. Mi mamá me puso Nderemo, que quiere decir "alegría". Es un nombre chaga, de mi tribu. Cuando llegaron los misioneros decían "esos no son nombres cristianos", los nombres que teníamos los calificaron como paganos. Mi nombre es "alegría", por eso yo soy alegre y hasta sería más alegre aún si lo usara. Los padres al bautizar preguntaban "¿Cómo se llama?" y la decían "no, mejor pongámosle un nombre cristiano" y miraban en un libro. Tenemos un nombre, un apellido y un "nombre cristiano". Me llamo "Gervas", Lyimo quiere decir uno y es el nombre del clan (un clan son varias tribus). Ponemos siempre el nombre de la familia primero. Uno debe hablar chaga, pero a mí me mandaron a Kilimanjaro. Ahí aprendí el kwiswahili que es para comunicarnos con los otros y ahora entiendo cuando lo hablan pero no lo sé hablar, palabritas no más. La gente habla chaga para los asuntos de adentro, de la familia, los matrimonios y cosas así. Si vienes de fuera te hablan kwiswahili. Soy de Tanzania y los de allá somos así.

Guillermo Albornoz Ceballos: Mi apellido es originario de Arabia.  Las palabras empezadas por "Al" son árabes. Los moros estuvieron en España un largo tiempo y de allá llegó al Chocó.  Mi papá es del Chocó.  Ceballos es muy español.

p. Lyimo: Los árabes conquistaron Africa antes que los europeos. En el norte de Africa se habla árabe.

Mi parroquia es una nueva, Santa María de Los Angeles. También camino con la del Divino Niño y me congrego con los neocatecúmenos. Somos católicos, nos reunimos una vez a la semana a celebrar la escucha de la palabra, el sábado en una eucaristía fuerte, alegre, que nos llega, y el domingo, una vez al mes, una convivencia donde tenemos la oportunidad de encontrarnos con el hermano, de conocernos mejor.
El p. Lyimo nos ha celebrado. En el Camino Neocatecumenal conocí a Jesucristo y Él cambió mi vida. Colaboro en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y trabajo en Univalle como profesor.

Graciela González: Yo soy de El Hormiguero, soy la vicepresidenta de la organización "Arena Morena", trabajamos con la hermana (aquí presente). Somos 60 mujeres, trabajamos cosas como la bisutería, productos cárnicos, tratamos así de mejorar las condiciones de vida. También con "Ser Mujer".

Patricia Guzmán: Yo también soy de El Hormiguero. Allá no tenemos Iglesia (templo). Tenemos un salón múltiple, ahí misa los jueves y domingo. El Hormiguero pertenece a la parroquia de Cascajal. Siempre íbamos allá (queda enseguida). Ahora el p. Lyimo es nuestro párroco. El que había lo mataron. Queremos que se vaya para allá y se quede. Yo lo conocí en un grupo afropastoral. El nos enseñó canciones y aquí estamos.

Alemy Valencia: Soy novicia mayor de las Hermanas Franciscanas de Jesús y María, de Timbiquí, Cauca. Ellas evangelizan allá. Aquí en Cali están en la parroquia de la Sagrada Familia, desde hace 4 años. Dentro de poco hacemos los votos.

Ana Meiba Arboleda Valencia: Yo también soy novicia de las hnas. Franciscanas de Jesús y María, estoy en el segundo año de cuatro, soy de López de Micay, Cauca.

Maricel Collazos: Vivo en el barrio Las Orquídeas, más abajo de Manuela Beltrán, en el Distrito de Aguablanca, mi parroquia es la de San Francisco Javier.

Luz María Angulo Quiñonez: Angulo es de Angola, el otro es de los amos. Yo soy de Magüí. Trabajé dos años con las Comunidades Negras, con la comisión que negoció la Ley 70. Nos tocó salir con mucha gente, mataron a la hermana con la que trabajaba. Estoy en la parroquia de San Francisco Javier, como desplazada. Mi hermana vive aquí. Llegué porque el p. Mario nos llamó y nos avisó. Soy enfermera aunque no ejerzo.

Stella Murillo: Soy chocoana, de la parroquia de Santa Juana de Aguablanca, con el p. Luciano Armando Navarrete. Los p. que están allá son extranjeros. La parroquia la ayudó a construir Cáritas de España y estoy en una fraternidad.

Ana Lengua Murillo: Soy de la comunidad de Santa Juana de Aguablanca. Estaba con el p. William Riascos cuando empezó la pastoral en Marroquín II.

María Yolanda Agudelo: Vivo en Cali en el barrio Ciudad Córdoba, no asisto a una parroquia en especial, soy de la de San Joaquín. Soy enfermera en el Instituto de los Seguros Sociales y estoy a la orden. He vivido en Puerto Tejada y he trabajado en varios hospitales.

Teresa de Jesús Angulo: Soy de la parroquia de La Presentación. Hago parte de la Fundación Nacederos - Afromojica. Estamos socializando un proceso de Investigación - Acción - Participación. Soy educadora, pedagoga de "Huellas Africanas", que consiste en 3 años de formación como líderes, yo soy la fiscal. Promocionamos al Pueblo Negro, nuestras raíces y nuestra cultura. Nos formamos durante 6 meses, se hace algo diferente cada dos años. Se puede hacer una sección en Cali. La sede de Huellas Africanas y las clases son en Buenaventura. Ustedes pueden ser parte de la tercera promoción.

Genoveba Angulo: Soy de la parroquia de San Ezequiel Moreno, en la Pastoral de la Salud y en el Consejo Parroquia. Visitamos enfermos, les llevamos la Palabra, la Comunión, celebramos la Eucaristía con seminaristas, los llevamos a la misa. En el Consejo Parroquial nos reunimos a discutir asuntos de la parroquia. En la Pastoral Social ayudamos con mercados a los más necesitados. El martes los repartimos y las señoras que asistimos hacen el aseo del templo.

Nelly Nuñez Vivero: Yo soy orientadora familiar de la parroquia de San Ezequiel Moreno. En la Pastoral Familiar recibí una preparación de tres años. Coordino un grupo en la Fundación Paz y Bien, con jóvenes de la calle. Colaboro en lo que puedo en el Consejo Económico y Parroquial.
Allá nos llegó la invitación, nos creó la expectativa por conocer y aprender, de que "debe ser gente negra". Yo soy de Puerto Merizalde, en el límite entre Cauca y Valle. La fundación es franciscana. Estoy en Marroquín I desde hace un año. La casa es nueva, en la p3. Es un trabajo muy duro, son jóvenes con una infinidad de problemas. Con ellos trabajamos con nuestro nuevo método de justicia: La Justicia Restaurativa, con la Universidad Javeriana.

Hna. Lina Isaza Alzate: Soy franciscana de Jesús y María, acompaño a las novicias en la parroquia de la Sagrada Familia. Me llenó de alegría ver tanta gente comprometida, vale la pena.

Rodrigo Alonso Daza: Vivo en Ciudad Córdoba, en la parroquia de Santa Cecilia. He colaborado con la Pastoral Afro por los laditos, sobre todo en lo virtual: La página web de la pastoral. También soy catecúmeno y camino en la parroquia del Inmaculado Corazón de María.

Hna. Ayda Orobio Granja: Es una mezcla de apellidos. Soy de los Orobio de Micay, también los hay en Africa, es un nombre afro. Mi papá nos enseñó a ser valiente por ser Orobio. Nos decía "no llore porque usted es Orobio", "no demuestre porque es Orobio". Eso es muy africano (sobre todo en el hombre). Fuimos cinco mujeres, nos crió al estilo de él. Los Granja se creen españoles y no lo son. Una vez arreglando baúles encontramos una carta en la que un hermano le decía a mamá "si te casas con ese negro, olvídate de nosotros". Eso lo entendimos ya mayores. Con mi papá conocí casi todo el Pacífico, desde los límites con Panamá hasta Juradó.
En las Hermanas de la Madre Laura me han dado una opción personal con mi etnia. Desde los 90 hemos crecido personal y grupalmente como pueblo. Con los p. africanos hemos visto cosas, no por los libros, sino ya porque alguien nos los dijo, personalmente. En el CEPAC, cuando a fr. William lo mandaron a Satinga, la cosa se nos complicó. Hicimos una elección y ahora yo coordino. Estoy en Popayán, la Pastoral Afrocaucana ha trabajado mucho. En Popayán la discriminación era aterradora. Hemos logrado algo, en las universidades, políticamente; hemos logrado cosas comunes. Nos han llamado para la Comisión Consultiva Departamental. Hemos celebrado la Semana de la Afrocolombianidad, tenemos el grupo Cimarrón, la Unión de Asociaciones Universitarias Afro, trabajamos con ellos. Ahora estamos haciendo un censo, un trabajo con los municipios.

Sandra Grimaldo: Somos de N. Sra. de la Medalla Milagrosa en Talanga. Monseñor Gonzalo Restrepo nos pidió le llevaramos información. Conocimos a Mons. Rafael Morales que estuvo en Guapí y el tiene un compromiso con la liberación.

Karen Vivian Tello: Sí, estamos aquí porque Mons. anoche nos dijo. Pertenecemos a varias actividades parroquiales. Mons. nos mandó, nos dijo "Ud. es la que es, ud. será la 'afrotangana'". Yo le dije "No, ¡Será afrotalangueña!" Llamando llegamos. El nos hizo un recuento de su paso por Guapi. Varios de allá lo visitan, trató de hacer el grupo pero nos falta información. Quiere una Pastoral Etnica. Pone a disposición instrumentos, estamos para que nos den un empujón. Hubo unos jóvenes que nos visitaron. Fue una muestra, en una eucaristía. ¡Y nos dejaron con ganas!

 



 

P. Lyimo: Ahora vamos a ver el libro

Historia del Pueblo Afrocolombiano - Perspectiva Pastoral

Buscamos que haya un Grupo Pastoral Afro en cada parroquia.

Hna Ayda Orobio: En Quibdó se hizo un concurso de cantos. Los que ganaron se hicieron populares. De ahí salen varios conocidos.

La hna. Ayda Orobio y Teresa Angulo cantan la canción de la contracarátula del libro

"Virgen Negra"

La imagen es de los javerianos, no los de Parma.

 



 

Palabra de Dios

P. Lyimo: Trabajamos con las Comunidades Negras desde la pastoral. No hay pastoral sin Cristo y no hay pastoral sin el pueblo.

1 Corintios 9, 19-23

«19 Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda. 20 Con los judíos me he hecho judío para ganar a los judíos; con los que están bajo la Ley, como quien está bajo la Ley - aún sin estarlo - para ganar a los que están bajo ella. 21 Con los que están sin ley, como quien está sin ley para ganar a los que están sin ley, no estando yo sin ley de Dios sino bajo la ley de Cristo. 22 Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos. 23 Y todo esto lo hago por el Evangelio para ser partícipe del mismo».
 

Dios nos habla a todos. La Palabra suscita algo siempre. ¿Qué nos dice?
 

Karen Vivian Tello: Él está con nosotros, se ha hecho presente con nosotros.
[Asistente] Se hizo con cada uno, en su pueblo. Se hace como nosotros somos. Él no está haciendo grupos. El amor es para todos, Él es un solo Dios. Lo hace para sentir como nosotros.
Guillermo Albornoz: La misericordia de Dios se ve en Pablo. Como lo dice, Él se pone en mi posición de pecador. Él no me discrimina. Pablo lo tiene claro. Él no tiene discriminación social. Pablo lo hace por el Evangelio. Así debo hacerlo yo, ponerme en el lugar del otro. Algo que me cuesta mucho. Mi compromiso es anunciar a Cristo, no sólo con retórica, sino transparentando a Jesucristo. Veo como Pablo ha hecho muchísimo, viajando por varias partes. Me gustaría estar en mi casa. Pero Jesús me trae a conocer otras personas, a ser humilde y a hacer el bien. A preguntarme ¿Por qué ser perfecto, santo? Que el Señor me dé fuerza. El Señor me da ánimo para ser como todo el mundo.
Luz María Angulo: Dieciocho años hace que trabajo con las comunidades en el área rural, con las hermanas carmelitas. Vivía en Medellín y fuí al río y me encontré con el p. [...]. Yo reprochaba a mis hermanos lo que no hacían. El 22 de abril él me dijo: "Tú no eres de aquí. Lo que les decías a tus hermanos y tu mamá es así. Pero debes volver a ser como ellos para hacer eso mismo que tú dices. Vuelve al río, vuelve a ser campesina. Te toca mirar el mundo como lo miran ellos". Había ido a visitarlos y me quedé allá. El me convenció. El sector donde vivo no es tan bravo. Hablo con los pandilleros y debo volverme una "pandillera", figurada, así como ellos (poco a poco). En mi río hicimos un trabajo. Hace dos años salí del río. Apenas ahora, que salimos, la gente ha comenzado a valorar. El padre y la hermana se volvieron como ellos, no llegaron a regañar sino a ser como ellos. A conocerlos. Yo tenía mi distancia, no creía en las monjas porque no me dejaron pasar de un colegio a otro porque era negra y campesina. Pero esa misma hermana que no me dejó fue la que vivió con nosotros. Para que vea como es la vida.
Nelly Nuñez Vivero: Un muchacho se quería confirmar y fuma marihuana. Hablo con todos los muchachos, sin discriminar, poco a poco. Todos me respetan. Sale uno de noche y no le hacen nada, como dice el Evangelio.

 


 

Llegan dos personas y se presentan:

Wilfrido Palacios Córdoba: Chocoano nacido en Cali. Soy militante del Proceso de Comunidades Negras. Contribuyo, más que nada, en Univalle. El p. Lyimo nos invitó.

Marcos Salazar: Soy de Tumaco, llevo 23 años en Cali. Me gradué en el 92 en ingeniería química. En el 90 me inquieté. Era de izquierda y vi el proceso de las Comunidades Negras, desde ahí he participado. Tenemos un grupo "Benkos Vive", hemos trabajado la ley 70. Por medio del trabajo entraron 28 jóvenes de Guapi. Uno invitó a varios y el resto se vinieron. Esperamos que por la Ley de Cupos sean 130, ojalá 200. Los que se inscriben dicen que es "muy difícil", pero si lo hacen, algunos pasan sin ley de cupos. Si pasan más, puede ser que se queden por bajo rendimiento. Son son mejores, es poco probable la mortalidad académica. Vamos a tener un stand en la Feria del Pacífico y vamos a tener una conferencia.
Estudiemos para seguir con nuestro pueblo, no para que nos blanqueen. ¿Precios? Pedimos el 10% al hacer la ley. Nos ofrecieron el 4% igual que los indígenas. Ellos tienen $0 pesos en matrícula. Estoy en contra. Si son muchos, nos volvemos un lastre. El estado neoliberal no quiere responsabilidades. Digamos que no sea como los indígenas. Podemos $0 pesos pero sería como un búmeran por economía. A los indígenas les dan $90 mil y la universidad no va a poder. Tenemos que pensarlo. Que nos quedemos con el 50%. Se inscribe como cualquiera. Ponen "Por Comunidad Afrocolombiana". Dos requisitos:

Los políticos ya se están metiendo. La ley está a prueba. Serían 1500 cupos para afrodescendientes. Tenemos que trabajar con todos: politiqueros, académicos, etc.
No tenemos nivel académico. Eso nos mata.

Hna. Ayda Orobio: A nivel de Colombia, la Constitución del 91 declaró el país pluriétnico y multicultural. Abrió un espacio para los afrodescendientes. Como para los indígenas. Los de San Andrés son raizales. También para los rum, los gitanos. Abrió un espacio a nivel socio-político. Desde la Pastoral Afro decimos: Hubo reconocimiento para los indígenas desde hace rato, en la colonia. ¿Para los afrodescendientes? Hubo sacerdotes dedicados, no se horrorizaron ante la esclavización, era común. Unos buscaban un trato más humano. Había una estructura fuerte, no se rechazó tan claro como con los indígenas. Lo hubo a nivel pequeño, no grande, como Bartolomé de Las Casas. No hay palabras contra la esclavitud, sólo contra el maltrato. No era posible participar en la política, también había discriminación en el sacerdocio y en las religiosas. Había unas ideas que respaldaban que el blanco ojiazul era superior. Hoy con la ciencia se reconoce que somos iguales. Todos tenemos sangre roja. En el libro (Historia del Pueblo Afro...), en la Presentación, en la página 10, el Papa en 1992, en su Mensaje a los afroamericanos, reconoce la esclavitud como un "crimen terrible". Se tenía miedo a despertar resentimientos. Hay un reconocimiento de que algo ha faltado. En el Documento de Santo Domingo, los obispos se comprometieron a trabajar por el desarrollo y buscar la igualdad. Coinciden con Luther King en que no se trata de hacer el racismo al revés, sino de llegar a la igualdad con reconocimiento, a otra visión del mundo y manera de vivir.
En la carátula presentamos rostros afro dentro del mapa de Colombia y, arriba, un mapa de Africa, con un africano, esperando, pensando. Antes nos presentaban a Africacomo miseria y no es así. Nuestras raíces las tenemos allá. Estamos aprendiendo a decir "la Madre Africa". Así como nos enseñaron a decir "Madre España", buscamos reconocer la maternidad de Africa también, más cercana a nosotros.
¡A los académicos les encanta la cuestión de la denominación. Que si somos negros, afrodescendientes, niches... En fin. Lo que importa es en qué estamos trabajando. En el mensaje, en el numeral 249, los obispos se comprometieron a respetar los "usos y costumbres". Eso no se lo inventó en p. William Riascos ni el p. Lyimo, es de la Iglesia. Ella tiene un poder terrenal, se suma a la ONU contra la discriminación.
El Papa vio los chiqueros donde metieron a los africanos antes de enviarlos a América y Europa, en la isla de Gorea, en Africa occidental. Se arrodilló y lloró. Es un papa que ha viajado mucho.
La Iglesia tenía una debilidad, todo debía ser como en Roma. Lo de los demás no entraba. Eramos "católicos, apostólicos y romanos". Todo venía de España. Para cada cual era de cada país, correspondía con cada país colonizador. Viene el Concilio Vaticano II y desde ahí se habla y se hacen los cantos en el idioma local. Ahora sabemos que se puede meter el tambor a la Iglesia. Antes, a mi Dios "sólo le gustaba el órgano". Todo eso es la Pastoral Afrocolombiana. Es nuestra realidad. La VIDA es una sola, no podemos separarla de sei comemos, si trabajamos. El mismo que reza es el mismo que tiene hambre. Invita al Proceso Afrocolombiano a que reflexione sobre su realidad desde la perspectiva pastoral. Podemos buscar nuestro espacio en la teología, en la espiritualidad. Eso da mucho miedo a obispos y sacerdotes. Pero hay grupos pequeños.

Rodrigo Daza: Hay una riqueza en el lenguaje. Todos aquí hablamos español, hablamos de ser y estar. Eso no pasa en el latín, el inglés, el francés, el alemán. Los idiomas en donde siempre se han escrito la teología y la filosofía. Para ellos ser y estar son lo mismo. Para nosotros no. Se trata de decir soy lo que soy y estoy aquí.
Así mismo, en las lenguas africanas hay términos riquísimos, como
AXÉ, que quiere decir ánimo, espíritu, lo que mueve, lo que nos lleva a hacer las cosas. Un término que apenas estoy conociendo.

Sí. También está HARAMBE, que quiere decir «todos juntos lo haremos, todos juntos lo lograremos».

P. Lyimo: Se pronuncia jarammbé, es un término que se usó mucho en la independencia de Kenya para unir a las diferentes tribus.

Esto es básico (señala el libro). Gracias a Dios ya tenemos mucho que leer, tenemos centros de documentos, estaremos más unidos a nivel latinoamericano con los EPAs. Es importante reunirse, hacer un esfuercito para el trabajo afropastoral. Con el libro podemos trabajar y no repetir siempre lo mismo. Es indispensable mantener los pies en la tierra, no olvidarnos de los que viven en la Costa Pacífica, y aquí mismo, en situaciones difíciles. Hay un capítulo especial para religiosas y sacerdotes.

Hna. Lina Isaza Alzate: Fui formada por la Madre Berenice (fundadora de las Hermanas Franciscanas de Jesús y María). Había esa preocupación por el Proceso Afrocolombiano. No había la apertura pero si es fácil conciliar con la visión de San Francisco y las minorías. La m. Berenice me insinuó en la participación de las que se iniciaron en la rama afro.

Gerardo Valencia Cano, obispo de Buenaventura, decía: Formar a los afroporteños en el puerto. Muchos que han iniciado han sido trasladados, los seminarios han sido cerrados. Ha habido muchas dificultades; se debe trabajar suavemente, si se frentea, se crea oposición. Buscamos que sacerdotes y religiosas afro trabajen en áreas afro. Ha habido mucha dispersión, nos comparan con los indígenas, que somos desunidos y reproducimos ese discurso. En Africa nunca fue así. Tratamos de construir algo que no hemos tenido. Sólo lo hubo en los barcos que traían los esclavos. De todos modos, en la Madre Africa siempre se pensó en el nosotros, la filosofía era "soy porque somos".
El golpe más duro fue la venta: Nos exponían, uno por uno, Y SOLO, frente a los vendedores que buscaban rebajar nuestro precio. Nos miraban los dientes, las piernas, buscando defectos, como un perro o un caballo. Quisieron quitarnos nuestra historia, nuestra cultura. Y eso no fue hace mucho, nuestros bisabuelos fueron personas marcadas. Somos la primera generación que se está pensando. Estamos, pues, construyendo unidad. Tenemos una visión ecuménica, no tenemos una visión de pelear con los que no son católicos.

Guillermo Albornoz: La Persona de Jesucristo debe ser central, porque Cristo viene a salvarme y no hay que perderLo de vista.

 


 

P. Lyimo: Bien, les invitamos al próximo Encuentro Pastoral Afroarquidiocesano, que se realizará el 25 de junio.

Despedida.

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