PRIMERA CONFERENCIA NACIONAL AFROCOLOMBIANA - UNION AFRO

COMISION DE TERRITORIALIDAD

La Comisión trabajó a partir de la consideración de que el tema del ordenamiento territorial constituye el eje estratégico para continuar la lucha por la defensa, apropiación y control de nuestros territorios. Nuestro trabajo giró alrededor de definir cuál es el planteamiento de los Pueblos Afrodescendientes respecto del ordenamiento territorial del país. Consideramos que éste es un debate político que hay que asumir; las decisiones que se tomen al respecto ponen en juego nuestra supervivencia como pueblo y nuestra legitimidad étnica.

El planteamiento de partida del asunto territorial es que el estado-nación es una institución que no corresponde con la realidad cultural y territorial de Colombia. El ordenamiento jurídico, la institucionalidad, la división política y administrativa han perpetuado a lo largo de la vida republicana el racismo, la discriminación, la injusticia social, la invisibilización de la diversidad cultural, el saqueo de los recursos naturales y la biodiversidad.

La búsqueda de una organización política superior que consolide la nación es, para nosotros, el objetivo central de la discusión sobre la distribución administrativa del territorio. No se trata de acomodar el actual ordenamiento a los intereses de los partidos y los grupos económicos, ni a los intereses de la insurgencia. Se trata de la construcción de nación a partir de su diversidad étnica, cultural y territorial.

El tema del ordenamiento del territorio colombiano es un tema eminentemente político, se trata de la distribución del poder, es decir, es determinante para la refundación del país y el logro de la paz.

El ordenamiento actual está en crisis, quizás porque no consideró asuntos trascendentales de la vida de la nación colombiana, tales como la diversidad cultural y biológica, las aspiraciones de las regiones y los pueblos por alcanzar el bienestar de acuerdo a sus propias potencialidades y a su cosmovisión. La lección aprendida de este fracaso es que no se puede homogeneizar una nación tan diversa como la nuestra. El gran reto ahora es definir un sistema territorial que conserve la unidad nacional y potencialice la diversidad de sus partes, sus regiones y pueblos.

Estamos obligados a ser creativos, originales y flexibles. El centralismo no ha podido resolver los problemas más elementales de la sociedad colombiana, se vive una crisis aguda en los departamentos y los municipios, muchos no son viables.

La crisis del estado-nación se expresa en la incapacidad de los partidos políticos y la institucionalidad del estado para desarrollar políticas coherentes con la diversidad étnica y cultural de la nación. La recesión económica que afecta la captación de recursos propios de los entes territoriales dispara la deuda y la burocracia de municipios y departamentos, la corrupción se institucionaliza porque los cambios políticos actuales desbordan la normatividad.


Ø   Nuestras propuestas

Nosotros los Afrodescendientes consideramos que Colombia es una Nación de Nacionalidades Culturales y Étnicas; por tanto la discusión del ordenamiento del territorio debe llevarnos a la concreción de un Estado Autonómico y Pluricultural; es decir, un nuevo estado que garantice la unidad de la nación y fortalezca las culturas y las regiones del país.

El Estado Autonómico y Pluricultural se fundamenta en el pluralismo etnocultural de Colombia; Incorpora la territorialidad al proyecto de Nación. El Estado Autonómico y Pluricultural se organiza a partir de regiones autónomas, reconoce diferentes formas de gobierno, sistemas de justicia y autoridades propios de los pueblos y culturas ancestrales.

Desde esta perspectiva, el sistema territorial, político y administrativo de Colombia es un PACTO ENTRE PUEBLOS, por tanto, en lo inmediato la ley de ordenamiento que cursa en el congreso no es pertinente, el congreso deberá trabajar en la expedición de unos estatutos de autonomía que permitan en el mediano plazo armonizar los intereses regionales con los objetivos nacionales, que garanticen los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de los pueblos y las regiones de Colombia.

De manera particular, los afrodescendientes en Colombia le apostamos a la creación de Regiones Étnicas Afrocolombianas. Nuestras regiones se determinan por límites culturales, movilidad y usos del territorio, relaciones sociales y económicas, densidad poblacional, religiosidad, formas dialectales y lenguas propias, formas de producción y todos los elementos que nos definen como un pueblo con cultura propia.

La constitución política y la normatividad vigente nos ofrecen posibilidades para tramitar la creación de las Entidades Territoriales Afrocolombianas, entendidas como Región Étnica, Palenques, Municipios Étnicos y Territorios Colectivos de Cuencas. Para su materialización debemos trabajar por la expedición de los estatutos de autonomías.

Los grandes obstáculos a los que nos enfrentamos están relacionados con la globalización y el libre comercio, el latifundio y los monocultivos, los actores armados y los megaproyectos. Estos obstáculos nos imponen una tarea urgente: Enfrentar el ALCA, este acuerdo de libre comercio busca recolonizar y someter a todos los pueblos del continente.

Frente a los territorios colectivos, planteamos que hay que ampliar su concepción integral, involucrar la territorialidad urbana y todas las regiones y territorios donde vivimos los afrocolombianos. Una propuesta específica para abordar la territorialidad urbana y el debate sobre nuestros derechos territoriales en las ciudades es la creación de los Consejos Comunitarios Urbanos, ya que son los Consejos Comunitarios la institución que asumimos como autoridad responsable de estudiar, discutir y ejercer las formas propias de territorialidad. Nuestra primera tarea es estimular la acción organizada para precisar de manera colectiva las formas de relación con el espacio urbano, con la institucionalidad estatal, y las formas de manejo del territorio urbano, etc.

Además de lo anterior se propone:

Las Regiones étnicas, los palenques, los municipios étnicos y los territorios colectivos deben pensarse desde la reconstrucción de la territorialidad, teniendo en cuenta que la lucha desde lo legal no tiene por qué opacar la autonomía y la concepción que tenemos sobre ella. El proceso de reconocimiento de nuestros derechos constitucionales corre en paralelo con nuestra labor propia de autodefinición y autonomía. El significado de nuestra autonomía debe discutirse, ampliarse y esclarecerse en su contenido.

 

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