América Latina no fue el único lugar del mundo que sufrió la colonización de los españoles. Sin contar las partes hispanas que luego re-colonizó Estados Unidos, lo que hoy es Filipinas y los estados de Guinea Ecuatorial y el "territorio" de Sahara Occidental también pasaron por su dominio colonial. La diferencia estuvo en que el racismo hacia los africanos se demoró más en ser legalmente "desmontado".
Ceuta y Melilla son enclaves del reino de España en territorio marroquí y, a pesar de estar bajo la lupa de organismos europeos, violan los derechos de los miles de inmigrantes que quieren cruzar el Mediterráneo y entrar en el espacio de Schoengen*.
Guinea Ecuatorial, un pequeño país en el sur del golfo de Guinea, considera el español una de sus lenguas oficiales. Tiene una rica tradición literaria en la lengua que compartimos. Su nivel de vida es mejor que en varios lugares de nuestra Patria Grande.
Sahara Occidental es un caso aparte. La injusticia que ocurre con este pueblo musulmán sólo es equiparable a la que sufren los palestinos en su propia tierra. Desde que colapsó el dominio de España, Marruecos invadió el territorio y se niega a reconocerlo como un país independiente. A pesar de que las Naciones Unidas han declarado que la soberanía marroquí no es más que una ocupación, estos hispanoparlantes todavía esperan que se les reconozca su autonomía.
Hoy día buscan que se reconozca su hermandad con sus co-descendientes en América y empezar, ahora sí, un rico intercambio cultural, tantas veces pospuesto e ignorado.
* El pacto de Schoengen es el acuerdo europeo que permite el libre tránsito de ciudadanos entre los países signatarios.