NOVENA DE NAVIDAD PARA LAS COMUNIDADES NEGRAS

GUÍA: Hermanos, estamos en el quinto día de la Novena de preparación a la Navidad, y deseamos revivir la venida del Hijo de Dios, hecho un niño pequeñito para liberarnos. Navidad es la fiesta de todos, pero especialmente de los niños, porque Jesús quiso aparecer como un niño cualquiera de nuestra raza. Hoy vamos a reflexionar sobre nuestros niños negros y a orar por ellos.

Empecemos con el rezo del Santo Rosario.

Pidamos por los niños pobres como Jesús, que nacen y viven en hogares en donde se sufre hambre, falta de vestidos, de educación, de atención médica para que acaben estas injusticias.

Pidamos por los niños, que se sienten rechazados a causa de su color y de su pobreza, para que no se amarguen ni se acomplejen, y para que desaparezca toda clase de racismo.

Pidamos por los niños, abandonados que han tenido que refugiarse donde sus abuelos y parientes, para que sientan junto a ellos la presencia de Jesús que tanto amó a los niños.

Pidamos la ayuda solidaria de la Comunidad por os niños que se ven obligados a trabajar desde muy pequeños en cosas duras, para sobrevivir o ayudar a sus familiares, a fin de que encuentren ayuda en las autoridades.

Pidamos que sean respetados por todo el mundo la dignidad y los derechos de los niños.

Tomada del Evangelio según San Lucas.( Cap. 1,39-47)
" Por esos días, María salió apresuradamente a una ciudad de la montaña de Judà. Entró en casa de Zacarías, y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, el Niño dio saltos en su vientre. Isabel fue llena del Espíritu Santo y con voz fuerte exclamó: "¡Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre! Pero,¿Cómo he podido merecer yo que la Madre de mi Señor venga a visitarme? A penas tu saludo resonó en mis oídos, cuando mi niño saltó de alegría en mis entrañas. Y, ¡Dichosa Tú por haber creído que de cualquier forma se cumplirán las promesas del Señor!".

María dijo entonces: " Proclama mi alma la grandeza del Señor,y mi espíritu se desborda de gozo en el Dios que me salva, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora la gente de todos los tiempos me felicitarán".

Hermanos, hace poco los niños eran tan esperados, recibidos y cuidados en las familias negras. Sin embargo, ha habido un terrible cambio: al niño se lo ve ahora como un estorbo, y por eso, se llega hasta a destruirlo en el seno de la madre, o se lo abandona. Así muchos países, que se llaman adelantado,s están volviéndose viejos y tristes porque faltan los niños.

El Dios creador ama a los niños, y quiso que ellos nacieran y crecieran en verdaderos hogares bendecidos por Dios, rodeados del cariño y de los cuidados de sus padres, de su familia y de la misma comunidad.

En el Evangelio de hoy encontramos a María llevando a Jesús en su vientre a encontrarse con su prima ancianita y con el pequeñito Juan. Por un sencillo y cariñoso saludo de María, Jesús pasa el Espíritu Santo a su primito Juan que queda sano y limpio como en un bautismo, y consagrado por siempre para ir delante de Jesús preparando a todos para que lo reciban y alcancen la salvación.

Esto no lleva a pensar hoy sobre nuestros niños. Con frecuencia ellos se encuentran con una mamá cariñosa que se sacrifica por cuidarlos a pesar de su pobreza, lo mismo que unos hermanitos buenos que los atenderán con amor mientras sean pequeños. Desgraciadamente, no es raro que en la casa falte el papá porque los abandonó o ha tenido que irse a trabajar a la ciudad.

1. ¿Qué pasó con el niño Juan, a quien Isabel llevaba todavía en su seno, cuando la saludó María?

3. ¿Quiénes son los primeros encargados de llevar a sus hijos a Jesús? : ¿El sacerdote o catequista? ¿Los padres o los padrinos?

1. Dos rosales primorosos, cada cual en su botón, que la brisa de los cielos, en un brazo juntó.	2. Desde Jesús, se desprende, un oleaje de agua viva, baña a Isabel y a Juanito, en mareas de alegría.	3. Del espíritu de vida, tan llena Isabel quedó, que Juanito fue marcado, para ser el precursor.
CORO Bendito sea Jesús, que bendice a nuestros niños.
4. Oye tú, negro chiquitito, con tu gracia y tu color: ¡La Virgen será tu madre, tu hermanito el Niño Dios!	5. ¡Bendita seas, María, porque supiste creer y bendito sea el Niño que de ti nos va a nacer!	6. Negrito, tú eres ahora de Jesús firme esperanza pa crear un nuevo pueblo, con toiticas las razas.