NOVENA DE NAVIDAD PARA LAS COMUNIDADES NEGRAS

GUÍA: Hermanos: Dios acostumbra a guiar a los pueblos por medio de personas llenas de sabiduría, capaces de orientar hacia el verdadero adelanto de las Comunidades, mediante sus ejemplos y sus enseñanzas. A estos hombres se les puede llamar sabios. Vamos a recordar ahora el encuentro que unos sabios, que quizás no conocían al verdadero Dios, tuvieron con Jesús recién nacido. A estos sabios los llamamos "LOS REYES MAGOS".

Comencemos este séptimo día de la novena al Niño con el Santo Rosario.

Por nuestros ancianos y ancianas que, a lo largo de su vida, han ido adquiriendo tanta experiencia, que le permite orientar con sabiduría a las comunidades.

Por los jóvenes que se preparan en los colegios y parroquias a fin de que puedan ayudar desinteresadamente a las comunidades a avanzar, aprovechando al mismo tiempo las buenas tradiciones y costumbres recibidas de nuestros mayores.

Por los líderes comunitarios, curanderos, rezanderos, parteras, padres, compadres y padrinos que ayudan sinceramente a nuestro pueblo.

Por nuestros sacerdotes, misioneros y misioneras para que el Espíritu Santo les dé sabiduría para entender nuestra cultura, y orientarla hacia una verdadera Evangelización.

Para que todos sepamos beber de la fuente de la Sabiduría, que Dios nos ha dejado en la Santa Biblia, en las enseñanzas de la Iglesia y la oración.

tomada del Evangelio según San Mateo (Cap. 2,1-12)
"Jesús nació en Belén de Judo, en tiempo del rey Herodes. Unos Magos de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando: " ¿ Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella en Oriente y venimos a adorarle".

Herodes reunió a los principales sacerdotes y a los maestros de la Ley, para preguntarles dónde tenía que hacer el Cristo. Ellos le contestaron: "En Belén de Judá, porque así lo anunció el profeta Miqueas": " Y tú Belén tierra de Judá no eres la última entre los pueblos de Judá porque de ti saldrá el Pastor de mi pueblo Israel". Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos, para saber la fecha exacta en que se les había aparecido la estrella y les encaminó a Belén diciendo: " Vayan y averigüen qué ha sido de este Niño, y cuando lo encuentren, me avisan para ir yo también a adorarle". Ellos se pusieron en camino, y la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo encima del sitio en donde estaba el Niño. Al ver la estrella, ellos se llenaron de alegría. Entraron en la casa y encontraron al Niño con su Madre María y, cayendo de rodillas, le adoraron. Abriendo después sus cofres, le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra. Habiendo recibido en sueños un aviso de Dios para que volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino".

Queridos hermanos: El hermoso Evangelio que acabamos de oír, nos cuenta la historia de los Magos. Estos eran hombres que conocían mucho a cerca de las estrellas, y tenían fe en Dios, que había creado el cielo y la tierra. Dios quiso comunicarles que el Salvador de todos había nacido. Para ello se valió de una estrella, y de las tradiciones que decían que esa estrella aparecería cuando naciese un Rey extraordinario, que vendría a salvar a los pueblos. Cuando apareció la estrella Dios iluminó su corazón y ellos comprendieron que les invitaba a un encuentro con ese Rey que era Jesús. Nada les detuvo. Vencieron todas las dificultades, peligros y cansancios hasta llegar a Belén, y encontrarse con el Niño Dios que les llenó para siempre de alegría y paz.

También en nuestro pueblo negro ha habido y hay sabios. Muchos de nuestros padres, que fueron traídos como esclavos del Continente Africano,eran sabios. Llegaban con las manos vacías, pero se traían buenas y hermosas tradiciones, conocimientos útiles para la salud, para el trabajo, para una vida honrada y digna. Venían entre ellos herreros, alfareros, médicos, joyeros, agricultores, guerreros, sacerdotes llamados "BABALAOS".

En los pueblos africanos de nuestros antepasados, se respetaba y apreciaba mucho a los ancianos sabios, que conocían mucho los secretos de la naturaleza y del corazón de los hombres y eran capaces de dirigir y sostener a los suyos, para hacer frente a todo lo que venía.

2. ¿Cómo eran visto los ancianos en África, y cómo tratamos nosotros a los ancianos?

1. En esta séptima noche, hermanos, vengan a oír, la Palabra del Dios, vivo que nos enseña a vivir.

2. Jesús, Tú eres la palabra, de Dios la sabiduría, que rechazas al soberbio y al pobre te comunicas.

3. Alzaste un día tu voz,y la acogieron los sabios que, yendo en pos de una estrella, en un pesebre te hallaron.