Domingo 5 de Noviembre
PALABRAS DE APERTURA
CELEBRACION INAUGURAL
DIA SIGUIENTE
PALABRAS DE APERTURA
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del padre Teodoro Sosa, representante de la Pastoral Afroamericana por la diócesis de Guarenas, Moderador de Orden.
Monseñor Jesús Alfonso Guerrero Contreras
Vicario Apostólico del Carona
Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, Indígenas y Afroamericanos
En mis tiempos jóvenes estuve por la zona de Barlovento en plan de experiencia pastoral. En la hoja “Domingo” apareció una poesía de Andrés Eloy Blanco, uno de nuestros connotados escritores. La poesía tiene por nombre “Los hijos infinitos” y comienza así: “cuando se tiene un hijo, se tiene al hijo de la cuadra y al de la calle entera... y al niño gringo que carga la criolla y al niño blanco que carga la negra y al niño indio que carga la india y al niño negro que carga la tierra”. Pregunté a los presentes qué les llamaba la atención y la respuesta fue: “al niño negro nadie lo carga”.
La esclavitud no es únicamente asunto del pasado. Sigue estando presente en mil formas sofisticadas. Hace falta combatir a fondo toda forma de racismo, de discriminación y de irrespeto cultural.
La iglesia, por favorecer a los indígenas, no atendió suficientemente a los esclavos: “Novedad fue también la presencia creciente de la esclavitud negra en América. Esclavitud que para la lógica económica e imperial era imprescindible porque consideraban que ni la mano de obra indígena (escasa, débil y libre) ni la española (escasa y no dispuesta a esos trabajos), eran capaces de mantener la dinámica económica creciente. Ante esa exigencia económica y con una iglesia más integrada y más dependiente del poder real, no hubo un movimiento impugnador equiparable al de los defensores de los indígenas. En general se aceptó el hecho como irremediable y la iglesia se esmeró en impedir los mayores abusos, humanizar algunas situaciones extremas y urgir la catequización y el bautismo de los esclavos. Los pocos impugnadores radicales de la esclavitud, como los capuchinos Epifanio de Moirans y Francisco José de Jaca fueron detenidos en La Habana y llevados por la Inquisición a España”[1].
El Concilio Plenario de Venezuela ha constatado la falta de inculturación en el mundo afrodescendiente: “Lo que, en nuestro pueblo proviene de raíces africanas se ha dejado de lado y hasta fuera de la pastoral: se ve como manifestaciones culturales meramente folklóricas, sin penetrar en su significado íntimo” [2]. El mismo concilio ha invitado a incentivar el conocimiento de las diferentes culturas presentes en Venezuela y a anunciar el Evangelio en las categorías y expresiones que le lleguen a la gente, permita su comprensión y favorezca su adhesión. El Concilio invita también a educar para la interculturalidad, a reforzar la formación especifica de agentes pastorales de las comunidades afrovenezolanas y a propiciar y apoyar experiencias concretas de inculturación del anuncio del Evangelio [3].
En Venezuela la pastoral afrodescendiente está integrada a Misiones e Indígenas. Esperamos que en un tiempo no muy lejano pueda independizarse. En nombre de la Comisión Episcopal de Misiones, Indígenas y Afroamericanos les doy la bienvenida y les auguro unos días de trabajo fructíferos.
Sin duda alguna este X Encuentro de Pastoral Afroamericana organizado por el CELAM constituirá un verdadero Pentecostés para nuestra Iglesia y será el inicio de una nueva etapa de evangelización inculturada y liberadora.
Mons. Gustavo García Naranjo
Obispo de Guarenas, Diócesis anfitriona
Distinguidas autoridades eclesiásticas, civiles, educativas y culturales presentes en este encuentro.
Al dar inicio al Décimo Encuentro de Pastoral Afroamericana, en mi condición de Obispo de esta Diócesis de Guarenas, Venezuela, les doy mi más cordial saludo de bienvenida y mi más fraterna acogida. Expreso mis especiales sentimientos de gratitud a todos aquellos que han hecho posible la realización de este encuentro, de manera muy especial a los responsables directos de esta convocatoria. Vaya igualmente mi más cordial bienvenida a todos los representantes y delegaciones de los países amigos que se han apersonado aquí, donde podremos compartir como Iglesia en marcha hacia la búsqueda de la realización del Reino de Dios.
Este día tiene un especial relieve para la Diócesis de Guarenas y para toda la Iglesia venezolana, y tengo la seguridad de que será un hito histórico en el acontecer de esta Iglesia particular. Las palabras de Jesús “donde dos o más se reúnen en mi nombre allí estoy yo”, deben resonar de manera especial en nuestros corazones para mejor disponerlos así a acoger su presencia en el Espíritu, de modo que este evento sea para nosotros una experiencia de Jesucristo Resucitado que nos impulse en el compromiso de construir el Reino de Dios. El Reino es un don de Dios que recibimos como gracia, pero también es una tarea nuestra en la medida en que nos comprometemos a realizar en nosotros la reconciliación y la fraternidad que nos permite vivir como hijos de Dios y hermanos de todos los hombres.
Dentro de los objetivos de este Décimo Encuentro de Pastoral Afroamericana es preciso destacar la importancia que debe llegar a hacer lo posible, en el marco de un verdadero acompañamiento, para que los jóvenes negros puedan recorrer un auténtico camino de crecimiento en la fe, que les haga posible la labor de un trabajo eclesial que tenga incidencias en la transformación de una sociedad cada vez más plural pero herida por las diferencias que crean distancias abismales en todos los hombres. En el marco de una experiencia de fe todos hemos de reconocernos poseedores de una dignidad inalienable, que nos viene del hecho de haber sido creados a “imagen y semejanza de Dios”. ¡Somos personas humanas! Y es el reconocimiento de nuestra condición de personas lo que nos permite ir más allá de las diferencias para descubrirnos como hijos de un mismo Padre y hermanos los unos de los otros.
En el marco de este encuentro tendremos la oportunidad de reflexionar en torno al proceso de integración social a partir de la abolición de la esclavitud; sobre los y las jóvenes negros y negras frente a la realidad religiosa y cultural de América Latina y el Caribe; sobre el discipulado de los y las jóvenes negros afrodescendientes con miras a la construcción de una sociedad basada en los valores del Reino; sobre las iniciativas transformadoras de los jóvenes afrodescendientes que lograron fortalecer su identidad, su vida y entorno religioso y cultural. Todo esto para buscar las estrategias de participación juvenil afro desde la realidad de un nuevo proyecto de vida.
Es mi deseo que la realización de este evento sea un acontecimiento que propicie en la Diócesis y en todos los lugares de procedencia de cada uno de ustedes estrategias de participación pastoral, basadas en la condición de cada uno dentro de la Iglesia en la que brille el compromiso de la fe con Cristo. Y que esto sea un motor que impulse a la reivindicación de los orígenes y de la cultura de nuestros afrodescendientes.
Así, pues, sean todos cordialmente bienvenidos a este encuentro, que ponemos bajo los
auspicios maternales de la poderosa intercesión de la siempre Virgen María, en su
advocación de Coromoto, patrona de Venezuela, de modo que sea ella quien nos inspire a
hacer vida en nuestra vida los mejores frutos de este encuentro.
Mons. Giacinto Berlocco
Nuncio Apostólico en Venezuela
En este acto inaugural del X Encuentro de Pastoral Afroamericana, me es grato dirigir un atento y afectuoso saludo, en nombre del Santo Padre Benedicto XVI, al Excmo. Monseñor Pierre-Antoine Paulo, Obispo responsable de Pastoral Afro (SEPAFRO) en el CELAM, al Excmo. Monseñor Gustavo García Naranjo, Obispo de Guarenas, nuestro estimado y querido anfitrión, y a sus colaboradores, que con tanto esmero y sacrificio, superando no pocas dificultades, han organizado digna y eficazmente este evento.
Quiero también expresar mi estima y mi cariñoso saludo a los Señores Obispos y sacerdotes y a todos los participantes, a aquellos que han acudido a Río Chico de todos los rincones de Venezuela, así como también, y con especial admiración, a los hermanos y hermanas que han llegado aquí desde varios países del continente americano, muchos de ellos soportando largos y pesados viajes por carretera.
Son 25 años que se están llevando a cabo en nuestro continente estos encuentros de reflexión, de oración comunitaria y de compromisos compartidos, para garantizar e ir mejorando la Pastoral Afro en América Latina y el Caribe. El encuentro de este año, además de coincidir con este significativo aniversario, cae en momento particularmente prometedor para la Iglesia que peregrina en Venezuela, a los pocos días de la promulgación de los Decretos del Concilio Plenario de Venezuela, como también para la Iglesia latinoamericana, en la proximidad de la V Conferencia General del Episcopado de América Latina, que tendrá lugar en el Santuario de Aparecida (Brasil), en mayo del próximo año.
Su presencia en el Continente latinoamericano es de mucha relevancia tanto para la sociedad como también para la Iglesia. He tenido la dicha de trabajar tres años y medio en África, varios años en América Central y llevo un año y medio en Venezuela y, en mis frecuentes encuentros con las comunidades afroamericanas, he podido apreciar su vitalidad, su sentido de pertenencia a la Iglesia, su espíritu de fraternidad y solidaridad, su compromiso apostólico en conservar la fe y transmitirla a las nuevas generaciones.
El tema que han escogido para este X Encuentro de Pastoral Afroamericana: “Jóvenes Afro: Herederos y Constructores de una sociedad incluyente, desde su propia identidad religiosa y socio-cultural”, es de suma importancia para el futuro de sus comunidades, la conservación de su identidad y la programación de una pastoral más eficaz y más ajustada a las necesidades del momento presente. Decía el Papa Juan Pablo II en la exhortación Ecclesia in America, con relación a los jóvenes latinoamericanos: “Los jóvenes son una gran fuerza social y evangelizadora. 'Constituyen una parte numerosa de la población en muchas naciones de América. En el encuentro de ellos con Cristo vivo se fundan la esperanza y las expectativas de un futuro de mayor comunión y solidaridad para la Iglesia y las sociedades de América' ” (Propositio 12) [4].
Queridos hermanos y hermanas, reciban mis sinceras felicitaciones y los mejores deseos
por el éxito de este encuentro. Sobre los trabajos de estos días, y sobre todos y cada uno
de ustedes, imploro la bendición del Señor y la luz y la fuerza del Espíritu Santo, por
medio de la Bendición Apostólica que les voy a impartir en nombre de Su Santidad Benedicto
XVI, al final de la Celebración Eucarística.
Monseñor Pierre-Antoine Paulo
Obispo de Haití
Responsable de la sección de Pastoral Afroamericana, SEPAFRO
Celebremos el día de hoy la apertura del décimo EPA cuyo tema es: Jóvenes afroamericanos herederos y constructores de una sociedad incluyente desde su propia identidad y sus valores religiosos y socio-culturales.
Es un tema muy largo que abarca mucho. Pero la palabra clave, se lo puedo decir, es a mi parecer, la palabra “constructores”, lleva toda una carga positiva y alentadora capaz de animar, de ilusionar y darle un sano optimismo a la Juventud afroamericana porque apunta hacia el futuro.
Estamos para construir, para sacar lo positivo, lo bueno y lo rico de nuestra identidad afro y de sus valores.
¿Qué vamos a construir en estos cinco días? Depende pues de lo positivo, lo bueno y lo rico que cada quien aportare a este encuentro. A todos y todas buena participación. Doy la apertura al X Encuentro de Pastoral Afro.
[1] Ugalde L., De la Evangelización Fundante a la Iglesia Colonial, ITER 2, p. 124
[2] CPV, Proclamación Profética del Evangelio en Venezuela, 35.
[3] Cf. Los documentos de Proclamación Profética del Evangelio en Venezuela y Evangelización de la Cultura en Venezuela.
[4] EA, 47.